Este postre es sin dudas uno de mis favoritos para disfrutar en un día de verano. Combina una base crocante de merengue seco exquisito, relleno con una riquísima crema chantilly y muchas frutas de estación. ¡Una delicia total!

Ingredientes:
3 claras
180gr de azúcar blanca
Unas gotitas de jugo de limón
1 cdta de vinagre
1 cda de almidón de maíz
200gr de crema de leche para batir (con un tenor graso mínimo del 35%)
300gr de frutillas frescas (o cualquier otra fruta de que te guste)
Procedimiento:
- En primer lugar, formar un merengue francés, batiendo las claras a nieve.
- Luego, ir agregando el azúcar en forma de lluvia, y seguir batiendo hasta formar un merengue brillante y de picos firmes.
- Sobre una placa para horno con papel manteca, papel pergamino o una plancha de silicona (o silpat), formar «canastitas» con el merengue, utilizando una manga pastelera con pico redondo o una cuchara. Lo importante dejar un hueco en el centro, dónde luego irá la crema y las frutas.
- Llevar a un horno precalentado a 150°. Si vas a cocinarlas en un horno a gas, te recomiendo que lo pongas en mínimo, casi al borde de apagarse, y con una cuchara de madera en la puerta, para que quede entreabierta y la temperatura sea pareja.
- Cocinar por aproximadamente 35/40 minutos. Deben estar secos y duros al tacto.
- Batir la crema a punto chantilly junto con el azúcar impalpable hasta montar.
- Rellenar los merengues una vez fríos, y decorar con la fruta.
Lo bueno de este tipo de postres es que son super versátiles. Se pueden rellenar con crema, curd de limón, crema pastelera, y combinar con las frutas de estación que más te gusten. Sólo hay que tener en cuenta que deben consumirse en el día, ya que al ser rellenas, el merengue tiende a humedecerse y comenzar a ablandarse. Pero créeme que son tan ricas, ¡que no van a durar ni un día!










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